Un solo gol le faltó al Real Madrid más heroico para clasificarse para la final de la Champions. Su fe inquebrantable le llevó a quedarse a las puertas de la clasificación ante el Borussia Dortmund después de un principio ilusionante sin premio, un nudo en el que todo pareció perdido y un desenlace que casi acaba en orgía colectiva en el Bernabéu. Sin embargo, el tanto final no llegó y el madridismo debe esperar un año más para poder saborear la anhelada Décima.
Los madridistas hicieron en la primera parte todo lo que había que hacer para poner los cimientos de la gesta... menos marcar el gol. Presión asfixiante arriba, dominio absoluto y ocasiones claras, muy claras.
El planteamiento de Mourinho funcionó a la perfección y la apuesta ofensiva -con Xabi Alonso y Modric llevando la manija del equipo- dio resultados sobre el campo. Solo cuatro minutos tardó el Madrid en asustar a los alemanes, pero Higuaín, solo ante Weidenfeller, marró el mano a mano ante el portero.
El fútbol excelso de los blancos desbordó al equipo alemán y solo un milagro hizo que el gol no llegara. La tuvo Cristiano en un remate a bocajarro y después Özil solo ante el cancerbero alemán. No entró ninguna, pero era el camino. Además, Götze se tuvo que retirar lesionado. El milagro parecía entonces más cerca que nunca.
Sin embargo, poco a poco el Dortmund fue dejando atrás los nervios iniciales y destapando su calidad. Reus y Gundogan empezaron a aparecer y Lewandowski -qué clase tiene- daba salida y aguantaba el balón con maestría. El partido pasó de ser de pleno dominio blanco a volverse una auténtica batalla campal, malo para el Madrid. El mensaje de Mourinho acusando a sus jugadores de ser demasiado blandos en la ida caló hondo en sus jugadores y la 'estopa' repartida por muchos de ellos (Ramos y Coentrao especialmente). Los minutos pasaban pero las ocasiones cesaron después de que los alemanes empezaran a mostrar las armas que le habían llevado tan lejos.
Sin goles en la primera parte, el objetivo de la remontada parecía lejos, pero era el buen fútbol del Dortmund el que lo hacía aún más difícil. El cansancio hacía pesadas las piernas de los centrocampistas blancos y el gol rondaba la portería blanca. Lewandowski, en su épica batalla con Ramos, marró dos clarísimas (una de ellas se estrelló en el larguero) y Gundogan la tuvo casi a puerta vacía, pero se encontró con un Diego López disfrazado de Casillas, que voló para sacarle un balón que era gol.
Los minutos pasaban y el desánimo empezó a cundir entre el público, que estaba dejando de creer. Pero a ocho minutos del final llegó el ansiado gol, tras una combinación entre Kaká y Özil que empujó a la red Benzema. Como por arte de magia, el convencimiento se apoderó de todos y cada uno de los jugadores. Cada ataque era peligroso y cada córner parecía casi un penalti. Y el segundo llegó del pundonor del que más lo merecía, Sergio Ramos, que aprovechó una sucesión de rechaces para empalar el balón al fondo de la red.
Quedaban cuatro minutos más el descuento y un solo gol obraba el milagro. Los balones colgados y los ataques deslabazados se sucedieron en busca de un tanto que provocara el orgamo en un Bernabéu enloquecido. Pero no llegó. Un año más, la Décima debe esperar.
- Ficha técnica:
2 - Real Madrid: Diego López; Essien, Varane, Sergio Ramos, Coentrao (Kaká, m.57); Xabi Alonso (Khedira, m.68), Modric; Di María, Özil, Cristiano Ronaldo; e Higuaín (Benzema, m.57).
0 - Borussia Dortmund: Weidenfeller; Piszczek, Subotic, Hummels, Schmelzer; Bender, Gündogan; Blaszczykowski (Santana, m.90), Götze (Grosskreutz, m.14), Reus; y Lewandowski (Kehl, m.87).
Goles: 1-0, m.82: Benzema. 2-0, m.89: Sergio Ramos.
Árbitro: Howard Webb (ING). Amonestó a Coentrao (26), Higuaín (42), Ramos (79), Khedira (81) por el Real Madrid; y a Gundogan (43), Bender (45) por el Dortmund.
Incidencias: partido de vuelta de semifinales de Liga de Campeones, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 83.500 espectadores (lleno), 8.000 de ellos seguidores del Borussia Dortmund.
Fuente: 20minutos